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¡Pura vida!

El cuerpo ha sido definido por la sociedad de consumo como un todo que debe contener lo fundamental para sobrevivir en la sociedad de mercado y sus transacciones. ¿Pero qué es lo fundamental? Para la oferta y  la demanda una estética que desee ser adquirida por algún comprador; formas edulcoradas, olores asépticos y mentes dóciles y manipulables. En una sociedad que pregona y vocifera igualdad de derechos, en su típica doble moral, niega las posibilidades de quienes enfrentan o se atreven a cuestionar el status quo y el absurdo y estúpido sistema represor que todos los días les recuerda a los individuos qué deben o no deben hacer.

 

Por ello una propuesta como “Pura vida”, del fotógrafo Oscar Perfer adquiere una relevancia fundamental, porque nos implica y nos complica en la reflexión sobre los cuerpos, fotografías que muestran, develan y revelan a una mujer sin el menor complejo ni temor para exponer y confrontar a una sociedad hipócrita y pacata. Un cuerpo que transgrede y rompe con todos los cánones y esquemas establecidos por la sociedad de consumo, una sociedad que se atribuye irresponsablemente el designar sobre qué es lo bello, lo estético, lo hermoso y lo sublime. Esta mujer le recuerda con su volumetría a la ciudad y a la sociedad que es boteriana, que el biotipo no es el de la estética mafiosa y narca, sino todo lo contrario, que por su contextura tiende a la obesidad y no a la supuesta esbeltez que se quiere vender.

 

Fotografías honestas, sensuales, sugestivas y profundas que se reflejan en la tranquilidad del rostro de la modelo y que nos invitan a ver el cuerpo como algo hermoso y propio y no algo que deba estar sujeto a estéticas y modas falocráticas, hegemónicas y dictatoriales. Las masas provocadoras nos invitan a ver distinto y a entender el cuerpo distinto.

 

Josué Carantón Sánchez

Magister en Historia del Arte

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